sábado, 25 de junio de 2011

Psicoanálisis:Confesiones desde la falta, el país que no miramos... seguido.‏

Mi querida amiga, y ya colaboradora incondicional de este blog, Silvia Russo, me envía unas líneas que reflejan parte de su recorrido como analista de niños. A mi parecer es realmente una perla, que les sugiero no se pierdan.



Paradójicamente no se habla de ciertas sensaciones, vivencias, amores, odios en nuestra práctica; situaciones de las que desde ciertas teorías denominaríamos CONTRATRANSFERENCIALES.
Recordé hoy de pronto, dos expresiones muy especiales de mis primeros tiempos de atención con niños.
Ambas de niñas: una era "estoy pensatoria". La otra "estoy recordativa".
Hubiera sido difícil no enternecerme, de hecho, me produce aún ternura.
Aunque lo que más me retorna es la efusividad de la creativa acción lenguajera, personalizada y asentada en el ejercicio del análisis.
Muchos padres tardan en entender que mediante el juego, la charla, los dibujos surjan intercambios que hacen que sus hijos se integren a una terapia.
A veces no lo entienden, pero confían en ambos, y en nuestra conexión comprometida con el trabajo. Se ven los cambios y todo toma un sentido distinto al drama inicial.
Poder comentar sucesos de su semana, sus días en el cole, sus cuestiones familiares, sus frustraciones y sueños, hace que un universo nuevo se despliegue.
Había un pacientito que me decía hace añares, cuando yo le preguntaba cómo estaba: "un poco bien, un poco mal", con el tiempo esta frase dio para entender mucho de lo que funcionaba tan escindido en su psiquis y realidad. Esta respuesta mejoró su existencia, y se resolvió su sufrir, y se fue. Fue uno de los primeros a los que SENTÍ que ayudé. Me parecía mágico, el encuentro con la teoría en lo real del quehacer artístico analítico... y que, efectívamente, se iba contento y más sano.
Normalmente, cuando se van, eligen un juguete u objeto de los usados que sea significativo, hacemos un cierre del tipo balance y escucho con agrado que quién se va ya no es el que vino.
También hay escenas dulces y amorosas, incluso con sus padres, que han colaborado y hecho un lazo de confianza y modificado, no sin trabajosas batallas, a veces. También a veces, no hay logros, aunque han sido las menos, sobre todo a medida que oficio, supervisión y análisis propio se conjugan en un soporte de formación, a mi criterio, imprescindible y necesario.
De mi parecer inicial en la clínica a mi experiencia actual, muchos ideales y prejuicios se han derrumbado y he madurado junto con ellos,(con los pacientes adultos, también), un estilo que me ha sorprendido por su diferencia con el que había proyectado en mi ideal en la universidad.
Resguardo de mis pacientes sus identidades lógicamente, pero creo importante no resguardarme de anoticiarlos del aprendizaje y conmoción subjetiva que me brindaron.
Escenas de emoción, dolor, enojo, descontrol, dulzura, risueñas han acontecido de maneras imprevisibles y me descontracturaron de una modalidad, en la que lo era bastante.
Creo que por eso hoy hablo de los pequeños con más énfasis, el efecto de un niño, su convocatoria amable o rabiosa, su toma de conciencia al nombrar sus problemas o sentirlos solucionados; cimentaron el más agudo de los encuentros conmigo misma, además de con ellos.
Conmoción como decía, interrogantes, preocupación, cobijo, falta de certezas, aciertos... todo este combo dentro mío.
Así que... pensatoria y recordativa, emotívamente, me expongo habitualmente a sus preguntas e inquietudes, críticas y chistes... hasta pedidos de diván, que han resultado fabulosos!.
Puerilizarlos es no considerar su derecho a SER.
Son niños, y no inmaduros para todo.
Para el cierre, una última viñeta para narrar, elegida: un día yo pasaba por una situación de duelo, difícil. Atendí toda la tarde, y mi último paciente fue un niño.
No voy a someter a interpretación o explicación esta escena, sólo la voy a compartir, para que observen su sensibilidad y adecuación tan sutil.
- "Silvia, ¿vos estás triste?", pregunta al iniciar la sesión.
- "Si, Fulano".
Seguimos con nuestro juego y me pidió que le avisara cinco minutos antes del término de la entrevista.
Acepté, sin cuestionarlo.
Me pidió privacidad para un dibujo, valga aclarar, que no mirara hasta su permiso. Lo respeté, por supuesto.
Cuando se fue me dio el dibujo, era un sol muy grande y con colores cálidos... rojos, amarillos, naranjas. El sol era un elemento clínico de importancia, surgido de su creatividad y nos había permitido enlazar ciertas cuestiones de su singularidad.
- "Ojalá que te haga doler menos, como vos hiciste conmigo".
La agradecí y nos miramos a los ojos, profundamente.
Un niño puede captar el alma de uno, hábilmente.
Aún guardo el SOL, y el impacto de cuidado y atención de una delicadeza y percepción que a veces los grandes no tenemos...
Mi humanidad en falta, aceptada por ambos.
Idas y vueltas de esta profesión... y de mi alma que HOY, recordativa y pensatoria, les hace un sentido y profundo homenaje.

jueves, 16 de junio de 2011

Psicoanálisis: Drácula, un musical o la des-espera amorosa

Una obra como excusa para la reunión de lo que su texto y personaje me producen
en el sostén del aporte de Barthes y Winnicott, analizando su desarrollo emocional, con respecto a las concepciones de la Espera Amorosa y el Espacio Transicional.


Drácula reencuentra la sensación del amor. Seduce a través de sus artimañas
vampirescas, en el fondo podría augurarse la idea del temor a la soledad y
desamor que padece.
No basta con encontrar o reencontrar el amor, que funcione la cuestión, cosa de
dos y de tantas impresiciones que hacen que hablemos y pensemos y hagamos sobre
el tema.
Se consume en su pasión, y esto mismo lo confunde, le boicotea su gran deseo.
Tuvo un AMOR...
"...Y fue yo quién un día la quebró, quién su alma condenó, no pude contener
esta pasión... de querer poseer también su ser y no tuve compasión, y así yo
marchité a la que amé!..."
Vampirisó a su amada.
Lamenta su proceder sin libertad.
Y ante lo que parece una nueva oportunidad... desatento a su dominancia anterior

y su modo de relación, invita a su querida a la inmensidad de ser UNO.
"... Tu y yo quién nos puede separar, quién se atreve a desafiar, la fuerza que
hay en mi, ahora que estás... junto a ti, por los siglos te tendré, nada me ha
de detener... te pido espérame, que voy a ti...
y por fin, sólo para mí, serás!."
Propone nuevamente idéntico esquema sin notar, que su amada, no sólo no es la de

hace siglos... sino que, actualmente no es correspondido. Su propuesta no cuenta

al otro, en tanto tal.
Desgarrado, entiende al fin, por intervención de la doncella misma, su
malentendido.
Eternamente en ESPERA, lo desgarra la pérdida de lo que creyó no era una más,
sino su elegida. ENCONTRADA.
"TAN SÓLO PIDO YO, SABER POR FIN QUIÉN SOY!" le surge ante su desilusión,
desesperado.

El encuentro y desencuentro del amor, se escucha y disfruta en la canción que
brota desde las profundidades humanas, y Drácula pasa de ser un monstruo a un
ser querible, asediado por las mismas angustias que los mortales.
Acentúa la identificación y empatía, su inmortalidad, sólo por siempre... o
mientras espera, desesperantemente, ocurra lo que tanto anhela.
Cabría revisar su posición subjetiva.

Barthes dice acerca de la ESPERA, en Fragmentos de un discurso amoroso, y de sus

dichos elijo algunos para citar:

" (Schonberg)...Todo es solemne en la espera: no tengo sentido de las
proporciones.

( Pelléas)...La identidad fatal del enamorado no es otra cosa más que ésta: Yo
Soy el que espera...

...la espera es un encantamiento, recibí la orden de no moverme... la angustia
de la espera en su pureza quiere que yo me quede sentado... sin hacer nada.

(Winnicott) El ser que espero no es real. Como en el seno de la madre para el
niño de pecho, "lo creé y lo recreé sin cesar a a partir de mi capacidad de
amor, a partir de la necesidad que tengo de él: el otro viene ahí donde yo lo
espero, allí donde yo lo he creado ya. Y si no viene lo alucino: la espera es un

delirio."


Este libro, tratado sobre las palabras acerca del amor, no sobre el amor
mismo; desarrolla de varias maneras estos pasajes.
Me maravillan las dos primeras citas por su elocuencia y descripción fehaciente.

La esclavitud y pasividad en la que la espera sume al enamorado en ese modo de
relación, fundido en ella.
El tercer extracto, es mi predilecto, ya que se trata de un psicoanalista muy
representativo en mi formación.
Me atrevo a extenderme en su concepción, brevemente:
La Creación como tal necesita de un Espacio Potencial, un "entre" lo subjetivo y

lo objetivo, donde JUGAR. ("Play" en su teoría del desarrollo
emocional significa Jugar como fundamento constitucional del
psiquismo y sinónimo del Crear. Es más amplio que el jugar o juego coloquial, no

es juego reglado ni juguete). Ocurre en la propia invención del "paso" entre un

mundo interno y externo y aquello que podamos SER como resabio de adaptarnos a
la realidad y resguardar nuestra singularidad o "locura propia permitida" dice
W.).

El Conde del musical logra con su búsqueda, aflojar su esencia y condescender
por amor, a una respuesta... "puedo ser un monstruo y sentir.." "quiero en tus
brazos descansar y que puedas tú contarme, cómo es que sale el sol". COMPARTIR,
ya hay otro, un JUNTOS. Es un avance en la propuesta amorosa.

Al saber-se, "qué sabes tú lo que es amarse!!"... clama, amarse... puede ser
leído en plural o para sí.
Y en el dúo coral, la disputa entre él y ella, lleva a que comprenda que no hay
regreso de aquél amor perdido, su ESPERA enfermante culmina cuando declina
poseerla. NO ES ELLA.

Llanto, dolor, realidad... y la posibilidad de Transicionalidad.
No es ella... es otra la que hoy no lo corresponde.
Y volviendo a Winnicott en Barthes, ese otro no es más que un otro perdido y
alucinatoriamente encontrado. Ilusión mítica, idílica unión, que paradojalmente
nos deja desde el nacimiento transicionando hacia un jugar con otro y
construyendo una zona de juego conjunto, siendo DOS zonas de juego que
intercambian o se superponen, con aquél objeto amoroso creado y recreado.
La espera sin proporción, identificado al "Soy el que Espera", alucinando es un
derrumbamiento como el que eternamente sufre Drácula, entre tiempos y
desencuentros, sin hacerse a lo real. No sabemos que pasó con su construcción de
lo transicional- emocional, el mito materno no se brinda en esta obra... y es
fundante para RELACIONARSE, para el sano amor.
Sabemos en tal caso, que sin ser consultado, fue vampirisado él también, sin
acceso a otra cosa.
Perdido él, sin saber quién es, ES con la fantasía del complemento amoroso. Es,
en la alienación a la espera. Al objeto amoroso que hará para sí a costa de
hincar sus dientes y dejarla sin vida. Sin embargo, en el final de la obra, la
deja

ir... ¿Drácula rectificado?.

Hay que saber estar solos... y este personaje me pareció ideal para reflexionar
ya que, situado en esta espera, no es nadie...
enloquecido en su soledad no resuelta para toda la eternidad.
A partir de esta nueva elección, quizás se interrumpa la repetición.
Y sepa lo que es AMAR.

Lic. Silvia Russo

miércoles, 15 de junio de 2011

Literarias: Carta de amor-blog

Carta de amor:
Una carta sin palabras o con muchas, es lo mismo.
Ninguna palabra puede describir este amor.
Veré de inventar sonidos capilares que digan lo que siento.
Puedo repetir los poemas más amados.Quizás hasta cantar con tonos enamorados.
Ya no me quedan palabras. Se han gastado o independizado de mí.
Sólo el sentir y el cuerpo, lo erógeno y sensorio, la tierna caricia.Tu
sonrisa. Y mi risa.
Te mando fotocopiado mi querer, hacelo un cuadro, un mantel, una alfombra... a
tus pies me acurruco y sólo te miro e invito, can y fémina.
Rollo, Nudo. Río. Tiritar. Endeblez. Nostalgia.
Ponele vos palabra, mi entrega deja en claro, no
existen LAS palabras. Al menos entre nos.
Existe estar y construir nuestro lenguaje.
Existo yo.AQUÍ ESTOY.
Y te quiero.


L´Orange

jueves, 9 de junio de 2011

Psicoanálisis: Subversión del sujeto y dialéctica en el inconciente freudiano, puntuación para el grupo de estudio.

En varias entregas voy ir subiendo al blog, el material trabajado en el grupo de estudio. Aquí va entonces la primera parte.



Este material tiene la finalidad de permitir un primer acceso al texto de Lacan, considerando las dudas planteos y dificultades que han ido surgiendo en los encuentros. Por lo tanto, quedarán aspectos por profundizar y por desarrollar. Es un corte de lo establecido por Lacan con el objetivo de señalar algunos puntos cruciales. Como libros de referencia voy tomar dos de Alfredo Eidelsztein, un o de ellos “El Grafo del Deseo” y el otro “Las Estructuras clínicas a partir de Jacques Lacan”, ambos de la editorial “Letra Viva; y “Una introducción a Lacan” de D`angelo Carbajal y Marchilli, Lugar Editorial.
Como señalaba al inicio se trata de una versión o mejor dicho de un modo de lectura vinculado al trabajo en un grupo de estudio. El objetivo que hemos ido construyendo es tratar de lograr comprender algunos conceptos clave en la teoría de Lacan, dejando abierta la posibilidad de otras interpretaciones y formas de abordar el mismo material.
La separación de los párrafos con números es una maniobra mía, en razón de lo que explicaba, una metodología para facilitar la lectura. No tiene ninguna otra pretensión y es perfectamente cuestionable o variable.


1) El sujeto, la nesciencia, o la subversión del sujeto clásico de la ciencia.

El texto sitúa al inicio una modalidad para dar cuenta del sujeto, dice Lacan “Resumirlo así tiene el interés de presentarnos una mediación fácil para situar al sujeto: en una relación con el saber”. Tenemos entonces una al sujeto vinculado con una relación específica al saber. Lo señala además con el sabio que se dedica a la ciencia, en tanto desconoce los alcances de sus conocimientos, esto es: ignora la repercusión social de su descubrimiento científico. Podemos entender que lo que hace del científico un sujeto no es su conocimiento sino mas bien el punto de su ignorancia.
Lacan: “Ya solo esto merece que se hable de un sujeto de la ciencia”. Entonces aquello que queda por fuera como la ignorancia del científico es lo que se recupera para pensar al sujeto. Tomo una frase del libro “Las Estructuras Clínicas a partir de Jacques Lacan”: “Cada cultura implica una modalidad de operar con el saber, que produce cambios en el efecto sujeto correspondiente como en la forma de responder a él. La idea rectora de estas elaboraciones es que la sociedad científica (la cultura que opera con el saber mediante una forma científica), tiene por correlato un efecto sujeto que le es antinómico.”(1). En mi opinión, esta cita es bastante ilustrativa del problema de cómo entender al sujeto. El intento de sutura que viene de la ciencia, no puede capturar este efecto de sujeto, sobre el cual el psicoanálisis se funda a partir de Freud.
Lacan se va a apoyar en Hegel, como referente (del cual va a presentar diferencias) para trabajar la noción de sujeto en psicoanálisis. Para avanzar propone tomar la experiencia del psicoanálisis como praxis. Pone en juego la necesidad del estatuto científico, como condición. Este es el escenario entonces para trabajar sobre la subversión del sujeto clásico que tratará de definir.
Va a establecer que las condiciones de la ciencia no pueden ser el empirismo y va a cuestionar en ese movimiento la “etiqueta científica” de la psicología. De lo que se trata es de una función del sujeto a partir de la experiencia del psicoanálisis. Rechaza el criterio de la psicología académica en tanto plantea al sujeto, como un sujeto del conocimiento o la versión de lo psíquico y lo orgánico entendidos en una unidad. Podemos entender que está levantando el efecto sujeto, en la dificultad de que sea reabsorbido en el dominio o la unidad del mismo.
Vale decir no nada de natural, ni del autoconocimiento, ni de lo inefable, ni de la perfección espiritual en el concepto de sujeto que el psicoanálisis pone en forma. En la cultura el sujeto en estos términos porta una carga de malestar, para la cual Freud aportó una salida. Pero para ello cambió las coordenadas: No trató los estados hipnoides de la histeria como un fenómeno, sino que eligió el discurso de la histérica, la puso a hablar. ¿Para qué?, para avanzar, para conocer. Descubrió que en el decir, había una argumentación en juego.
Entonces siguiendo el texto de Lacan, la indicación es muy precisa, al inconciente hay que interrogarlo, hasta el punto que ponga en juego justamente argumentos. Se trata de “llevar” al sujeto a un desciframiento, a establecer cual es la lógica que lo comanda.
El psicoanálisis se apoya en la razón de los argumentos, no es una experiencia inexplicable o ideal.



2) La verdad.

Freud saca al hombre del lugar del centro del mundo o lo más elevado de la evolución, asunto que tiene un aire de revolución.
A partir de Freud se produce un nuevo anudamiento entre saber y verdad. Hay una crítica a la ciencia entendiendo que como solución ha cerrado la frontera del saber y la verdad. El psicoanálisis dice Lacan representa en ese punto “un nuevo sismo”.
Cita conmocionante: “…la verdad está en reabsorción constante en lo que tiene de pertubador, no siendo en si misma lo que falta para la realización del saber.” Un poco después encontramos “La verdad no es otra cosa sino aquello de lo cual el saber no puede enterarse de lo que sabe sino haciendo actuar su ignorancia. Crisis real en la que lo imaginario se resuelve, para emplear nuestras categorías, engendrando una nueva forma simbólica.” Creo que es todo una definición de la verdad en psicoanálisis, la verdad implica hacer entrar un elemento que por estructura ha quedado fuera, cuyo efecto es una nueva forma simbólica.
Esto significa que hay una noción de verdad mas allá del conocimiento, que si bien la ciencia intenta suturar, Freud agita esa cuestión y vuelve con la novedad de esa verdad que no es el conocimiento, en términos lacanianos es un efecto de la estructura. Aquello que el lenguaje no la reabsorbe, produce efectos y la función del analista leerlo.
No hay posibilidad de identidad con si mismo para el sujeto, no hay realización del conocimiento. Nada es inmanente, “es en otro sitio donde debe sonar la hora de la verdad”.
Lacan nuevamente hace una reverencia a Freud en el punto de señalar una nueva relación entre la verdad y el campo de la ciencia, a partir de Freud la verdad (reprimida) retorna.


3)Inconsciente y lingüística.

“El inconsciente ,a partir de Freud, es una cadena de significantes que en algún sitio (en otro escenario, escribe él) se repite e insiste para interferir en los cortes que le ofrece el discurso efectivo y la cogitación que él nos informa.” Quiero agregar unas líneas que encontré en “Una introducción a Lacan”: “Lacan dirá que es un sitio (refiriéndose al lugar del Otro) para destacar que no es un lugar espacial; de aquí se desprende que es el tesoro del significante y las reglas de su empleo”. Me interesa retener la idea de sitio como diferente de lugar, al momento de operar con el concepto de inconsciente. Tenemos entonces, una definición de inconciente a partir del encuentro con la lingüística. Lacan aclara que a Freud le faltó la lingüística como instrumento por razones históricas; hace el paralelo de los mecanismos del proceso primario con la metáfora y la metonimia, a partir de los conceptos de sustitución y combinación del significante tanto en la sincronía como en la diacronía.
Aceptada tal definición es decir el inconsciente estructurado como un lenguaje, surge la pregunta por qué sujeto atribuirle. Nos dice que no coincide con el yo, en francés ni con el Je ni el moi. Toma el shifter para ubicar que “en el sujeto del enunciado designa al sujeto que habla en cuanto tal.” No hay significante del sujeto de la enunciación en el enunciado.
Entonces ¿cómo pensamos al sujeto del inconsciente con estas coordenadas? No es el del enunciado tampoco el de la enunciación y no tiene significante que lo represente. Vuelvo a citar el texto: “A saber, la manera justa de contestar la pregunta: ¿Quién habla? Cuando se trata del sujeto del sujeto del inconsciente. Pues esta respuesta no podría venir de él, si él no sabe lo que dice, ni siquiera que habla, como la experiencia entera del análisis nos lo enseña.” Volvemos a notar que no hay identidad posible del sujeto con él mismo, como nos indica Lacan, es un sujeto que no sabe que está hablando ni lo que dice.
Nuevamente sitúa la imposibilidad de la transparencia del sujeto clásico. El significante entendido como la articulación, opera ocultando al sujeto freudiano: “Por lo cual el lugar del inter-dicto, que es lo intra-dicho de un entre dos sujetos, es el mismo donde se divide la transparencia del sujeto clásico para pasar a los efectos del fading que especifican al sujeto freudiano con su ocultación por un significante cada vez mas puro:………..” El entre dos significantes, es decir el mínimo posible de significantes divide al sujeto, queda entre significantes.
Un poco mas adelante Lacan señala que al sujeto se lo caza en el corte del discurso. La barra que hay entre significante y significado es el corte más fuerte. En este sentido el corte de sesión puede operar, está claro que no es el corte porque el tiempo de sesión terminó, sino cuando se corta en función de algo de lo que SE dijo. Son para el análisis los huecos, el vacío de sentido, los determinantes del discurso. A diferencia de la lingüística que hace del significante el determinante del significado. Entonces, como no hay significante del sujeto y esta no coincide ni con el enunciado ni con la enunciación, hay que pescarlo, Lacan dice que se lo caza, se lo sorprende. Recuerden que no sabe que habla ni qué habla y no sabe lo que dice; cómo se entera que está ahí, por el corte por la puntuación de su discurso.
Freud modifica la relación entre verdad y saber, el sujeto no sabe qué quiere, su deseo le es opaco. ¿Por qué? Hay dos consideraciones una podemos decir el efecto del significante y la otra la presencia del deseo del Otro. “…Freud afecta a todo cuerpo vivo ese margen mas allá de la vida que el lenguaje asegura por el hecho de que se habla, y es justamente aquel donde ese ser compromete en posición de significante no sólo que de su cuerpo se presta a ello por ser intercambiable, sino ese cuerpo mismo” Retengan entonces la entrada del significante para la constitución del sujeto, el cuerpo mismo se presta a la función significante.
Así como el instinto tiene la función de la supervivencia y una carga de conocimiento específico para el ser vivo de lo que se trata en el sujeto freudiano es de otro asunto. Hay una verdad que implica un saber ajeno al conocimiento, y que tiene la forma de un discurso que comanda al sujeto. Es un texto que no sabe que porta ni lo que dice, ni las consecuencias, ni siquiera que lo porta. Es un texto que está por afuera de lo que alguien puede conocer, se hace presente cuando actúa la ignorancia respecto de dicho texto, o sea cuando alguien se pregunta por qué le pasa lo que le pasa.
En términos del deseo, no es algo que se pueda decir, es irreductible a la demanda y a la necesidad, no es articulable. Es decir que es articulado, aparece en forma elíptica.

lunes, 6 de junio de 2011

Literarias: Recuperación de mí

"No sé si fuiste vos, o fui yo esa noche, cuando mi orgasmo fue de otro
hombre,
cuando grité y lloré como si hubiera dejado ir un espíritu que me poseía
y atrapado en mí, me atrapaba.
Pero de ambos, uno zarpó cual barco que deja un territorio sin amar su
fertilidad.
Un mar muerto de añoranzas y proyectos, una promesa hecha a mi misma, ignorándome a costa de perderme.
Una costa inútil de refuerzos y salvavidas, locura insomne de ruidosa espuma
que
traspasada y ronca nos alejó.
Soltar amarras, hambrientas de otro espacio acuoso de fluidos dulces y
amares rítmicos y alertas.
Faro inconcluso, desempleado de horizontes, turbulento de pasado.
No es con dolor este adiós, es pleno de nuestra tranquila y silvestre miradade la vida.
Atados por una invisibilidad pasional, al menos yo, recupero mi dignidad a tiempo,
lenta y sobria."

L´Orange

miércoles, 1 de junio de 2011

Literarias: Tocados

Agua... agua...
Tocado!
y quisiera que el hundido se diera entre mis piernas,
meciéndose en mi cuerpo que lo añora.
Entre amaneceres tenues y difusos,
clareando el alba de reproches
y frases sin sentido.
Haciendo de mi mismaun campo fértil de amapolas
bordeando un arroyo líquido
y tenazde mis sensibles laderas transitadas.
Una voz en mi oído de retumbes,
inflamándose de vidas y de muertes,
ateridos de miedo y de coraje,
pausa simpleentre tus negros y mi tornasolado.
Ya ves,
no te pido color,
sino que seas vos, conmigo.
En mí.
Alrededor,
y en la lejanía que necesitemos,
errantes.
Elegidos.

L´Orange‏